El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, no se cansa de decir que en su mandato no se iniciaron ni se iniciarán guerras; además, su asesor de “eficiencia gubernamental”, Elon Musk, ha hablado de reducir el presupuesto armamentista y, con ello, el intervencionismo de Estados.
Tras ser convocado a una en París con Emmanuel Macrón a la cual se les unió Zelensky para hablar del inicio de un proceso de construcción de una paz duradera y salió de la reunión señalando que a Ucrania le gustaría un acuerdo de paz con Rusia. Aunque al salir del encuentro de 20 minutos no hubo una declaración conjunta.
La declaración la publicó Trump en X, donde criticó a la guerra y habló de 600 mil soldados rusos caídos y 400 mil ucranianos, lo que calificó como un desperdicio de vidas, haciendo un llamado a terminar el conflicto.
El equipo del presidente Trump empuja una Paz rusa, en donde Ucrania ceda el territorio perdido y no intente ingresar a la OTAN, pero además incluye el fin de las sanciones contra Moscú, algo que le daría un tanque de oxígeno a su economía y ayudaría a contener la inflación.
Un intermediario relevante en los últimos dos años es el empresario Elon Musk quien tiene contacto regular con el presidente ruso Vladimir Putin.
Sin embargo, no todo será un día de campo para Putin en el gobierno de Trump, pues a pesar de los rumores de que tiene videos del presidente norteamericano con prostitutas, las amenazas de aranceles no paran. Y señaló que impondrá una tasa del 100% a los países del BRIC si decidieran crear una moneda común para transacciones internacionales, lo que afectaría al dólar estadounidense. Los países que integran la alianza son Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos.
Un nuevo tablero se impone en la geopolítica global en lo que parece el fin de la democracia liberal y el inicio de una regionalización “nacionalista” que tendrá fuertes efectos en la economía de guerra y en consecuencia quizá estemos ante el inicio de una época de paz duradera.