El lunes 13 de enero en el Museo de Antropología la Presidenta Claudia Sheinbaum presentó ante los principales empresarios e inversionistas mexicanos el Plan México, como una estrategia para llevar a México al top 10 de las economías globales y concretar al menos 277 mil millones de dólares de inversiones.
Obviamente esta estrategia está enmarcada en la llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU, pero supone además un modelo de diálogo y colaboración entre el Gobierno de México y el sector privado que no se vio en el sexenio anterior.
Porque, aunque parezca increíble, la amenaza del vecino del norte está generando un consenso y colaboración interna que hace unos meses todavía parecía lejana.
Se trata de una alianza con la élite empresarial para abordar el desarrollo económico nacional de la próxima década y la materialización de una política industrial que supone un cambio radical a la idea neoliberal de “no tener política industrial” y comprar todo lo que no se produzca en México en el exterior.
La presidenta expresó la intención de alinearse con los socios del T-MEC para reducir las importaciones de Asia, impulsando inversiones para el desarrollo industrial, fortalecer el financiamiento de las pymes e incrementar el contenido nacional (y regional) en las manufacturas estratégicas y en las compras públicas garantizando un 50 % a empresarios locales.
Propone entre otras cosas:
- Relanzar el programa “Hecho en México”, apoyando la reindustrialización para crear empleos bien remunerados en sectores de manufactura y servicios.
- Promover polos de desarrollo y bienestar a partir de vocaciones regionales, empezando por el Itsmo de Tehuantepec.
- Ampliar el acceso a educación media superior y superior, vinculándolas con el plan de desarrollo, 150 mil profesionistas y técnicos anuales adicionales por año.
- Elevar la proporción de inversión pública y privada del PIB arriba del 25%
- Generar 1.5 millones de empleos
- 50% de la proveduría y consumo nacional hechos en México, aumentando 15% de contenido nacional y 50% de las compras públicas vinculadas con la industria nacional.
- Pasar de 2.6 años a 1 año el tiempo de trámites para inversión en México.
- Sostenibilidad ambiental en todo proyecto, reduciendo contaminación local de agua, aire y gases de efecto invernadero.
Y para no dejarlo ahí, presentó un cronograma de acciones a realizar para avanzar en ese camino, que va desde al publicación de incentivos para la relocalización y la Ley de Digitalización en enero, establecer grupos de trabajo para ampliar la proveeduría local, de fondos de la banca de desarrollo,un decreto de relocalización estableciendo los polos de desarrollo en febrero, etc.
El Plan México es una iniciativa potente de respuesta a las amenazas de Trump pero que se ve como una oportunidad aprovechada por México para generar una gran alianza interna.
