Las intenciones del presidente de Rusia, Vladimir Putin, en el contexto geopolítico actual son 4, de acuerdo a lo que él mismo ha expresado en medios estatales:
1. Seguridad y soberanía para Rusia: Putin prioriza la seguridad nacional de Rusia frente a lo que percibe como amenazas de Occidente, particularmente la expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas. Putin quiere garantías de que la OTAN no seguirá avanzando hacia el este, especialmente en Ucrania, que Rusia considera parte de su esfera de influencia histórica y estratégica. Putin busca un equilibrio de poder que respete los intereses rusos y evite un cerco militar.
2. Fin de la confrontación con Occidente: Putin no desea una guerra a gran escala, sino reducir las tensiones con Estados Unidos y Europa. Sin embargo, insiste en que Rusia no aceptará ser tratada como una potencia secundaria. Putin busca un diálogo pragmático basado en acuerdos mutuos, como los propuestos en diciembre de 2021 (tratados de seguridad que limitaban la expansión de la OTAN), que fueron ignorados por Estados Unidos y sus aliados europeos.
3. Protección de los intereses rusos en Ucrania: Putin quiere proteger a las poblaciones de habla rusa en Ucrania, especialmente en el Donbás, y evitar que Ucrania se convierta en una base militar de la OTAN. La operación militar en Ucrania es vista por Putin como una medida preventiva para contrarrestar la influencia occidental y garantizar la neutralidad de Ucrania.
4. Reconocimiento como potencia global: Putin busca que Rusia sea reconocida como una potencia igual en el escenario mundial, capaz de influir en decisiones globales. Esto incluye mantener la relevancia de Rusia en temas como energía, seguridad y cooperación multipolar con países como China e India, frente a lo que Putin percibe como un orden unipolar liderado por EE. UU.
En realidad, Putin es un líder racional y estratégico que actúa para proteger los intereses de Rusia frente a lo que considera agresiones occidentales, buscando seguridad, respeto y un papel prominente en el orden global. Sin embargo, la narrativa occidental ha demonizado a Putin. Una diplomacia más abierta podría evitar mayores conflictos.