Un apagón masivo sin precedentes ha sumido a Europa en el caos. Según informes periodísticos, la causa del corte de energía aún se desconoce, pero las especulaciones apuntan a un ciberataque coordinado o un fallo catastrófico en la red eléctrica española.
Las consecuencias han sido devastadoras. Cerca de 50 millones de personas se han visto afectadas en España, Portugal y parte de Francia, 35 mil pasajeros se quedaron atrapados en 100 trenes. Las pérdidas económicas se estiman en miles de millones de euros, ya que fábricas, oficinas y comercios se han visto obligados a cerrar. Los hospitales han tenido que recurrir a generadores de emergencia, y los sistemas de transporte se han paralizado.
Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado la responsabilidad del apagón. Sin embargo, los expertos en ciberseguridad advierten que los sistemas de control de la red eléctrica son vulnerables a los ataques informáticos. Por otro lado, los operadores de la red eléctrica insisten en que se trata de un fallo técnico sin precedentes.
El Presidente de Gobierno de España declaró que es posible que la causa sea un fenómeno metereológico definido como una “vibración atmosférica inducida” que provocó una pérdida de energía en las líneas de alta tensión de la red de energía de España.
Las autoridades europeas trabajan sin descanso para restablecer el suministro eléctrico, pero advierten que podría llevar semanas antes de que la situación se normalice por completo. Mientras tanto, los ciudadanos europeos deben prepararse para enfrentar escasez de alimentos, agua y combustible, así como interrupciones en los servicios de comunicación y transporte.
Es importante recordar que la red eléctrica española fue privatizada en las últimas décadas por los gobiernos del PSOE y el PP, quienes han enriquecido a Iberdrola y se han beneficiado siendo parte de sus consejos.
Este apagón masivo ha puesto de manifiesto la fragilidad de la infraestructura crítica de Europa y la necesidad de mejorar la seguridad y la resiliencia de los sistemas de energía. Las lecciones aprendidas de esta crisis serán fundamentales para prevenir futuros desastres de esta magnitud.