Migrantes en Estados Unidos temen salir de sus casas por la amenaza de redadas masivas. Muchos estudiantes no irán esta semana a la escuela, ni llegaran a sus tareas muchos trabajadores, en lo que se ejecutan las acciones del gobierno de Donald Trump, quien planea deportar 1 millón de personas al año.
Ante ello, el Gobierno de México anuncia el programa México te Abraza, para integrarlos a través del CURP e inscripción al Instituto Nacional Electora, programas sociales y servicios públicos, y un apoyo económico para el regreso a su origen.
Además, el Gobierno de México ofrece articular la demanda de empleo con la llegada de migrantes y abrir fuentes de financiamiento desde la banca de desarrollo a emprendimientos que las personas migrantes inicien en su localidad.
El problema lo ubica la Presidenta Sheinbaum en el retorno de migrantes de otras naciones, que si se lleva a cabo de manera masiva podría generar un conflicto inmediato en las entidades fronterizas del país y de mediano plazo en todo un país que no tiene capacidad para absorber esa cantidad de personas en movilidad.
Para México sería imposible asimilar a un millón de migrantes anuales deportados por la frontera norte, pues en 2024 apenas se generaron 214 mil empleos y por ello, la Presidenta desde la mañanera señaló que confiaba en que habrá acuerdos con Trump particularmente sobre la aplicación del CBP One, (permiso de permanencia temporal) que libera a la frontera de la presión migratoria porque se realiza desde Centroamérica o el sur de México y permite una estancia temporal en EEUU en lo que dan una cita para aplicar a una visa o asilo como refugiado.
El estado de Tamaulipas, con una frontera de 370 km con Estados Unidos, se ha estado preparando para este escenario de repatriación como de deportación de personas de otras nacionalidades, estableciendo espacios para 12 albergues, con capacidad para 7000 migrantes y su potencial expansión en los próximos meses para poder recibir hasta 17 mil personas.
En este sentido, la amenaza de Trump tiene a muchos mexicanos preocupados pues sus efectos no solo se esperan en la migración sino en una política proteccionista que puede generar desde aranceles específicos hasta la cancelación del T-MEC, lo que podría significar hasta 2 puntos negativos del PIB para México. Algo para lo que ni el Plan México con una nueva Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) ni la voluntad inversionista pública y privada van a poder contener.
