El gabinete de seguridad de Israel ha aprobado un plan para ampliar su genocidio en Gaza y ocupar de manera permanente el territorio.
El plan, calificado por el primer ministro y genocida Benjamín Netanyahu de “bueno”, incluye el desplazamiento de 2.1 millones de palestinas y palestinos hacia el sur, lo que agravará la crisis humanitaria.
El respaldo de Donald Trump al genocidio es más o menos el mismo que el del malogrado presidente anterior de Estados Unidos, Joe Biden, y refleja el apoyo que los gringos han mostrado al proyecto sionista de Israel desde que se le reconoció como Estado en 1948.
La crisis humanitaria en Gaza es gravísima y el gobierno estadounidense es cómplice de innumerables violaciones de derechos humanos, debido al suministro de armas y apoyo político. Ni ha llamado a un alto al fuego inmediato, ni ha promovido sanciones para presionar a Israel y llegar a una solución pacífica.
Esta relación se intensificó después de 1967, con la llamada Guerra de los 6 días, en la que Israel derrotó a sus contrapartes árabes con ayuda de Estados Unidos; a partir de ahí la influencia del lobby pro-Israel en toda la política estadounidense se solidificó. Este lobby ha logrado alinear la política exterior estadounidense con los intereses de Israel, a menudo en detrimento de los intereses nacionales y de la estabilidad regional.
El total verificado de donaciones a la campaña presidencial de Donald Trump en 2024 por parte de grandes donadores judíos y grupos sionistas asciende a $110.4 millones de dólares, pero podría ser más.
El intervencionismo militar de Estados Unidos en conflictos globales ha acabado con la vida de regiones enteras del mundo, como Vietnam, Líbano, Siria y Afganistan, entre muchos otros países.
La historia política de los gringos, desde la Segunda Guerra Mundial al presente, prueba que el gasto militar excesivo y el apoyo a guerras prolongadas, como en Ucrania y Oriente Medio, ha enriquecido a la clase política estadounidense, a la vez que empobrece a las mayorías. Además, es el motor principal de los flujos migratorios en el mundo, al provocar desplazamientos en todo el planeta.