La elección de jueces está resucitando personajes que ya se pensaban superados en la lógica de un régimen distinto. Marisela Morales Ibañez, aunque fue la primera mujer Procuradora de la República fue muy destacada por integrar mal los expedientes, someterse al ejército y atender las instrucciones de García Luna.
Licenciada en derecho con una maestría en ciencias penales, doctorado en política criminal y estudios en Italia, en 1988 inició su carrera como agente del ministerio público en la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal desde donde ascendió como Agente del Ministerio Público Federal y se integró a la famosa Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) para luego ser nombrada Procuradora en 2011 para cerrar expedientes en el último año del Presidente Felipe Calderón.
Además de críticas por su bajo desempeño judicial, Morales Ibañez saltó a la fama pública por haber integrado la investigación del Michoacanazo, donde se manipularon a testigos protegidos y se terminaron desechando las acusaciones contra alcaldes.
De acuerdo con información periodística de 2011, el tiempo en que la violencia y delincuencia se triplicó, a Marisela Morales se le criticaba no solo por expedientes mal integrados como el Michoacanazo, la detención de Hank Ron y del General Ángeles Daguahares, sino por su estrecha relación con el ejército, su vinculación con el Gobierno de Estados Unidos, que le dio un reconocimiento por su valentía, y por el uso político de la procuraduría para favorecer los intereses de su jefe, dado que se convirtió en una institución que legitimó las acciones del Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
La paradoja es que, a pesar de haber sido parte de ese clan, cuyos jefes se encuentran en el exilio en Madrid o en la cárcel en Estados Unidos, la exprocuradora aspira a ser Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Esta elección judicial tiene un desenlace incierto, la posibilidad de que lleguen personajes oscuros debido a su fama pública es alta y será necesaria una gran campaña de información sobre los perfiles de los aspirantes.
