Siguen los embates de Donald Trump. Aplazó la noticia de los aranceles hasta abril, se mantiene la incertidumbre de cuál es el destino industrial de los mexicanos, si nos seguiremos dedicando a exportar aguacates y armar coches que no diseñamos ni consumimos o nos buscamos un oficio con los países no alineados, que compran poco y venden mucho como China.
El único dato reciente positivo fue el de inflación de la primera quincena de enero: 3.69%. Se antoja bajar las tasas de interés a un ritmo de 100 puntos base por mes, pero la FED gringa detuvo sus recortes en la primera junta de gobierno con Trump como presidente. Puede que esto afecte la decisión mexicana que ya se planteaba en 25-50 puntos antes de los dramas del güero de Nueva York.
La creación de empleos presentó su peor año en una década en 2024. A pesar de que siempre los diciembres son meses tristes para el balance de generación de empleos, este fue tétrico.
Ante todas éstas presiones sobre la economía mexicana, la única respuesta de la científica ha sido reciclar noticias de inversiones que llevan ya meses fraguándose y esgrimar el Plan México, que todavía no se entiende muy bien pero se puede visitar en https://www.planmexico.gob.mx/
La grieta más fuerte ha sido que el subgobernador del Banco de México, Mejía Castelazo, reconoció la posibilidad de una ligera recesión apenas ayer.
