Especialistas en geopolítica avizora una posible ruptura entre Donald Trump y Benjamin Netanyahu, destacando casos específicos donde el presidente de Estados Unidos ha actuado en contra de los deseos del genocida y Primer Ministro de Israel.
Trump, de hecho, cortó su comunicación directa con Netanyahu, acusándolo de manipulación y falta de esfuerzos para terminar la crisis en Oriente Medio. Esto es lo que escribió en la plataforma social X Yanir Cozin, corresponsal de la emisora de radio israelí “Israeli Army Radio”.
El economista Jeffrey Sachs, en una entrevista con el juez Andrew Napolitano, alega que Trump percibe a Netanyahu como arrogante y manipulador, lo que ha generado tensiones personales que podrían llevar a un distanciamiento estratégico. De acuerdo a este reputado analista, Trump busca proyectar una imagen de pacificador en su segundo mandato, lo que lo lleva a tomar decisiones que priorizan los intereses estadounidenses y regionales sobre la agenda de Netanyahu.
Entre los ejemplos concretos, Sachs menciona acciones de Estados Unidos que han desafiado directamente las preferencias de Israel, como el cese de hostilidades en Yemen y los intentos de diálogo directo con Irán, ambos sin la intermediación de Israel, lo que refleja un cambio en la dinámica de la relación bilateral.
Un ejemplo específico señalado por Sachs y respaldado por publicaciones en X es el alto al fuego con los hutíes en Yemen, anunciado por Trump sin consultar a Israel. Según un artículo de Newsweek del 6 de mayo de 2025, Trump detuvo los bombardeos estadounidenses contra los hutíes tras un acuerdo mediado por Omán, lo que fue descrito por un líder hutí como una “victoria” y un “fracaso para Netanyahu”. Este movimiento, que aseguró la libertad de navegación en el Mar Rojo, se llevó a cabo sin la aprobación de Israel, que había intensificado sus propios ataques contra Yemen, incluyendo la destrucción del aeropuerto de Saná, en represalia por un misil hutí cerca del aeropuerto de Ben Gurión. Netanyahu, que ha vinculado a los hutíes con Irán y ha abogado por una postura agresiva, se vio marginado en esta decisión, lo que, según Sachs, refuerza la percepción de Trump de que Netanyahu intenta dictar la política estadounidense.
Otro caso destacado es el enfoque de Trump hacia Irán, donde ha buscado negociaciones directas sin la intermediación de Israel. Sachs menciona que Trump envió a emisarios como Adam Boehler y Steve Witkoff para dialogar con Irán sobre su programa nuclear y con Hamas sobre la liberación de rehenes, excluyendo a Israel de estas conversaciones. Publicaciones en X del 5 de mayo de 2025 indican que estas reuniones, mediadas por Omán, apuntan a limitar y monitorear el programa nuclear iraní, un enfoque que contrasta con la postura de Netanyahu de eliminarlo por completo. Además, un informe de Reuters del 15 de abril de 2024 señala que, bajo la administración Biden, Estados Unidos ya había advertido a Netanyahu que no participaría en una contraofensiva contra Irán tras un ataque con drones y misiles, mostrando un precedente de autonomía estadounidense. Estas acciones, según Sachs, reflejan la frustración de Trump con la influencia de Netanyahu y su intención de reposicionar a Estados Unidos como un actor independiente en la región, lo que podría debilitar la influencia de Israel en las decisiones de Washington.