Con el fresco ejemplo del uso de recursos públicos para adelantar la promoción de su campaña por Andrea Chávez en Chihuahua, la Presidenta ha salido a ponerles un alto a Morena y sus liderazgos acostumbrados al agandalle partidista.
Y aunque no pudo imponer su ética para eliminar la reelección ni sucesión de familiares por negativas en los partidos “aliados”, Claudia Sheinbaum decidió comprometer políticamente a su partido Morena con una carta en donde delineará criterios electorales éticos a los que se tendrán que someter las y los candidatos morenistas.
El miércoles 23 de abril se leerán en la mañanera esas nuevas reglas electorales que se enviarán a la presidencia de Morena.
El objetivo, señaló la Presidenta, es recordar los principios del movimiento y garantizar procesos transparentes sin excesos ni favoritismo y detalló que se incluirán los siguientes criterios:
- Reglas claras para las candidaturas, definiendo lineamientos formales para quienes aspiren a cargos de elección, evitando la promoción anticipada y respetando los tiempos electorales.
- Austeridad como elemento clave de campaña, cuestionando el uso de recursos excesivos, camionetas de lujo, escoltas o estilos de vida ostentosos que alejen a los candidatos de la “justa medianía” que señaló Benito Juárez como norma.
- Eliminar el nepotismo, estableciendo, desde 2027 controles a la inclusión de familiares directos de funcionarios a sucederlos, eliminando las aspiraciones de hijos, esposas, primos o sobrinos.
Se trata de un conjunto de reglas partidistas que serán definitorias en la selección de candidaturas a gubernaturas en primera instancia y a presidencias municipales y legislaturas en todo el país, lo que seguramente enfrentará muchas resistencias y empezará a quebrar la unidad que le ha permitido el choque y negociación con Donald Trump.