En México, los principales medios como El Universal, Televisa, El Heraldo de México, Milenio y Radio Fórmula no han cubierto el genocidio palestino y erigen un cerco mediático asfixiante en complicidad con Israel. Ocultan el holocausto que Francesca Albanese, relatora de la ONU, estima en 680,000 muertos. De ellos, el 75% son mujeres y niños.
Los conglomerados mediáticos mexicanos, dueños de 40-74% de la audiencia nacional, optan por “neutralidad” para salvaguardar ratings y contratos. Su silencio condena a 130 millones de mexicanos a la ignorancia, replicando un patrón global.
Televisa, bajo la familia Azcárraga, fusionó en 2021 con Univision, inyectando miles de millones de Haim Saban, magnate pro-Israel que se autodenomina “one-issue guy” por su sionismo. Saban usó Univision para propaganda, silenciando voces palestinas en audiencias latinas, un eco que resuena en reportajes tibios sobre “ataques de Hamás” sin mención a 1.5 millones de desplazados ni 1,581 trabajadores humanitarios muertos. Globalmente, el 70-80% de noticias fluyen de briefings israelíes, como denuncia la ONU, perpetuando la deshumanización de palestinos como “terroristas”.
La escandalosa relación México-Israel acelera este mutismo. El TLC de 2000 impulsó el comercio bilateral a más de US$1,000 millones anuales en 2025, con Israel como socio clave en tecnología y agricultura. Pero el núcleo oscuro son las armas: desde 2006 hasta 2018, Israel exportó 24.000 pistolas y rifles a México para la policía, alimentando la narcoviolencia. En 2024, México importó US$20.3 millones en equipo militar israelí, incluyendo drones y munición usados en Gaza.
Hoy, 22 de septiembre de 2025, un quiebre histórico: en la conferencia mañanera, Claudia Sheinbaum nombró por primera vez “genocidio” a la masacre en Gaza, urgiendo cese de agresión ante la ONU y reconociendo a Palestina. “Paremos este genocidio”, clamó, alineándose con Chile y 12 naciones en Bogotá contra armas a Israel. Pero los medios corporativos lo diluyen.
Contrasta con independientes como La Jornada, que titula “alto al genocidio” y desglosa 680,000 víctimas con testimonios de flotillas humanitarias.
La sociedad mexicana, 72% consumidora diaria de noticias, queda cegada ante este holocausto. Radio Fórmula, con 32 millones de oyentes, dedica segundos a Gaza versus horas a chismes locales. El Universal, recibiendo 240 millones de pesos en publicidad oficial, calla para no morder la mano que financia –y que compra armas israelíes. Dueños como Ealy Ortiz y González de Milenio protegen intereses familiares, no verdad. Globalmente, el bloqueo israelí a reporteros desde 2023 genera desinformación: 70% de coberturas usan “defensa israelí” sin contrapeso, como advierte Albanese.
Este cerco mediático global, financiado por lobbies y armas, invisibiliza 428 muertos por hambre en puntos de ayuda gazatíes. En México, familias Azcárraga priorizan alianzas con Sabrán y, como resultado, los mexicanos están desinformados y se convierten en cómplices involuntarios de un crimen que Albanese llama “borrado colonial”.