Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, diversos medios independientes y alternativos advierten sobre los peligros de una “oligarquía tecnológica” ejerciendo un poder desmedido durante su administración.
“Las grandes empresas tecnológicas tienen un alcance sin precedentes y la capacidad de moldear narrativas nacionales”, advierte Nathan Kalman-Lamb, de The Intercept. “Si no se regulan adecuadamente, podrían convertirse en actores de gran influencia, capaces de impulsar o socavar agendas políticas”.
Desde la izquierda, voces como Jacobin Magazine señalan que “las plataformas tecnológicas son inherentemente antidemocráticas, priorizando los intereses corporativos sobre el bien común”. Citan casos como la censura de contenido progresista y la propagación de desinformación de derecha durante la presidencia de Trump.
Por su parte, medios como Democracy Now! advierten que “la combinación de grandes fortunas tecnológicas y un gobierno abiertamente favorable a los intereses empresariales podría resultar en una captura institucional sin precedentes del Estado por parte del sector privado”.
Aunque los riesgos son difíciles de cuantificar, la preocupación es palpable. Como señala Fairness and Accuracy in Reporting (FAIR), “la concentración de poder en manos de unos pocos actores tecnológicos plantea serias interrogantes sobre la integridad de nuestro sistema democrático”.
Los medios alternativos instan a mantenerse alerta ante la influencia desmedida de las oligarquías tecnológicas en el proceso político estadounidense. Aquí un ejemplo: